LA CASA NATAL DE ISAAC PERAL

LA CASA NATAL DE ISAAC PERAL
¡Mira que llevamos tiempo esperando para ver hecho realidad el proyecto de la Casa Natal de nuestro inventor cartagenero Isaac Peral!
A veces hay cosas que se enquistan y no hay manera. Supongo que sabéis de lo que hablo, porque a veces nos pasa a nosotros en nuestro propio hogar. Un albañil que no cumple los plazos, un pintor que ojalá nunca lo hubiéramos contratado, o una imprenta que te tiene engañada y con el alma en vilo porque vas a presentar un libro y …
Al final los ciudadanos nos desilusionamos ante proyectos tan largos, los olvidamos o a veces nos molestamos porque nos hacen perder la esperanza.
¿Sabéis una cosa? Hay demasiadas personas con la ilusión volcada en este proyecto, y aunque os cueste creerlo, hoy quiero contaros que hay mucho trabajo detrás y que el próximo año presumiremos de una casa llena de magia que todavía no podéis ni imaginar.
A mí Isaac Peral me ha regalado muchos amigos. Personas ilusionadas que han compartido conmigo todo lo que saben sobre el inventor y su invento, y que esa casa cobrará vida gracias a sus donaciones, mis amigos Diego Quevedo y Juan Ignacio Chacón. También un bisnieto de Peral y su mujer, que hace unos años, cuando no podíamos vernos la sonrisa porque la mascarilla la borró de un día para otro, Carlos y Mari se cruzaron en mi camino. El arquitecto José Manuel Chacón, que me encanta escucharle contar las cosas, el empeño, el detalle, cómo cuida cada movimiento para que el resultado sea mejor que perfecto, único y especial.

Hace unas semanas me avisó Carlos de Miguel Peral que venía con Mari, su encantadora mujer, a hacer la entrega de unos objetos personales y documentos de Isaac Peral, su bisabuelo. Son una pareja muy bonica. Y la verdad es que es un gusto tomar un café y charlar con ellos cada vez que vienen a nuestra ciudad cartagenera. Unas veces han venido para el homenaje a Peral en el Cementerio de Los Remedios, otras por invitación de la Armada y una de las que más me tocó el corazoncito, en la presentación del libro La ventana de Eva en esa sala de la UPCT, que lleva el nombre de su bisabuelo. Regalarte tiempo es lo mejor que te pueden hacer, y ese día yo no les pude regalar más que un minuto, pero ellos me hicieron sentir muy afortunada.
Carlos me cuenta que había encontrado en casa de su madre una carpeta de esas de cartón azul de gomas, de las de antes. Su madre, Carmen, nieta de Peral, debía de estar muy orgullosa de su abuelo, porque lo que había guardado en aquella carpeta…
Mari me dice, mira que hemos hecho mudanzas Eva, pero esa carpeta ha venido siempre con nosotros. Hasta que un día la abrimos y…


Un regalo. Recortes de periódicos, documentos que aportan datos increíbles. Y el Manifiesto en el periódico EL MATUTE.
¡A mí eso me dejó ojiplática! Mi amigo Juan Ignacio Chacón me había contado qué era eso del manifiesto cuando yo iniciaba mis andaduras de asomarme a la ventana y descubrir cosas.
Su inventor, desolado y abatido abandona la Armada, quedando también abandonado durante 38 años nuestro Submarino Peral. Ni el Manifiesto intentando defenderse de tanta injusticia que escribió nuestro genio en un diario madrileño EL MATUTE, tuvo trascendencia.
¡Sí, eso sobre lo que escribí yo en aquel relato es lo que tenía delante de mí, para poder verlo, tocarlo con cuidado, inhalar esa historia! Y Carlos lo dona para que todos lo podamos disfrutar en la Casa Natal de su bisabuelo.

Pero cuando creía que lo había visto casi todo, me mostraron una fotografía de Peral dedicada a su madre, en el día en el que la Reina regente firmó el decreto para construir el submarino. En abril de 1887.
Carlos tuvo muy a bien de comentarle a nuestra Alcaldesa que esa fotografía llevaba muchos años en un marco en el salón de su casa. Así que yo creo que el mimo que van a tener todos los objetos personales deberían ser infinitos.

Y por eso os lo cuento. Porque esa casa es mágica estando todavía vacía. Imaginad cuando las paredes y las vitrinas rezumen historia.
Me gusta dar voz y luz a todo lo que hay detrás, a las personas generosas, al valor sentimental de cada objeto, al cuidado, al cariño, a la tristeza al deshacerse de los recuerdos pero el orgullo de saber que muchas personas serán felices al verlos.
He dicho que esa casa tiene magia. Hace unos días estuve allí escuchando atenta al arquitecto que dirige el proyecto, José Manuel Chacón.
Nada más entrar te encuentras un pozo aljibe que creo recordar que me dijeron que tiene 5 metros de profundidad. La verdad es que impone. A mí los pozos me encantan pero a la misma vez me inquietan. Pero va a quedar muy bonito a los ojos de todos. Me cuenta José Manuel que ese pozo tan grande en el bajo de la casa le da que pensar en algunas teorías. Porque lo normal es que ese pozo estuviera en un patio y que los vecinos de las casas bajaran con sus cubos a coger agua. Incluso el propio Peral que vivió allí hasta los 7 años pudo recoger agua para subirla a su casa. Pero esto no dejan de ser conjeturas.
La vivienda cuenta de tres plantas y el bajo, y subir por esas escaleras tan estrechas y agachar la cabeza para no darme con la viga ha conseguido que sienta cosas. Seis tipos de suelo original, el enrejado de la escalera, las vigas de madera. Es pequeñita, pero cada rincón es especial. A mí esta casa me cuenta muchas cosas. Asomarme a la ventana del último piso, observar lo que pudo ser en aquellos tiempos. Escuchar la música de las partituras donadas por Diego Quevedo, sentir ese halo que crea en cada proyecto museográfico Ángel Rocamora… Es un lujo contar con él, con dos premios nacionales y varios regionales, es, como dice José Manuel Chacón que está trabajando con él en este proyecto, un valor añadido.
También añade que lo interesante de la rehabilitación de la casa es lo que va a pasar dentro.
Me han contado algunas cosas que no voy a desvelar, por supuesto. Soy una tumba. Pero lo he imaginado, escuchado, tocado, sentido, emocionado e ilusionado. Y va a merecer la espera, os lo garantizo.
Porque Isaac Peral y su esposa, Carmen Cencio, se van a volver a encontrar en esa casa después de 70 años.
Y parte de esa historia, os la voy a contar.
Diego Quevedo ama a Peral, busca y rebusca en anticuarios, y ahora con las redes sociales lo tiene mucho más fácil. Cuando menos te lo esperas llega con una nueva adquisición, a veces a medio escondidas de su mujer. Yo no he dicho nada, yo…
Un día localizó un cuadro pintado al oleo en internet. Era un retrato de Peral, firmado y dedicado. Por lo que Diego dedujo que el pintor era amigo del ilustre inventor. Dice que estaba en buen estado, con la sensación de ahumado, de haber estado colgado junto a una chimenea. Investigó sobre el pintor, un almeriense que a finales del siglo XIX se marcha a Madrid y parece ser que se trata de un retratista reconocido. Pues después de tirar de los hilos pertinentes, José Díaz Molina, el pintor, resulta que retrató a alcaldes de Madrid e incluso al Rey Alfonso XIII. Es más, en el Museo del Prado hay dos cuadros de este artista.
Por supuesto el cuadro fue adquirido por Diego, ¡faltaría más!, ja, ja. Y lo puso a disposición del Ayuntamiento, donde Isidro llevó a cabo su restauración.

Y un día, un tataranieto de Peral, Isaac Peral Delgado, se enteró de la existencia de ese cuadro y dijo, ¡pero si yo tengo el de su mujer, Carmen Cencio, mi tatarabuela! ¡Y del mismo pintor!

¿Imagináis el final? Supongo que sí. Que hay donaciones increíbles para que todos disfrutemos, maquetas de mi amigo Juan Ignacio Chacón, sorpresas y mucha magia y que…
Después de 70 años, aquella pareja de enamorados que vivieron su historia, se quisieron y se respetaron…
VOLVERÁN A ESTAR UNIDOS EN LA CASA DONDE PERAL NACIÓ, AHORA YA, PARA SIEMPRE.
Lo estamos deseando, así que porfa, albañiles, arquitectos, museografía, Ayuntamiento… ¡Que el ritmo no pare!
Ains, qué historia más bonita, ¿verdad?
Gracias por seguir asomados a la ventana de las historias increíbles.
FELIZ DOMINGO
EVA GARCÍA AGUILERA
LA VENTANA DE EVA