Montanaro: EL MENTIROSO Y EL ESPEJO DEL PODER
EL MENTIROSO Y EL ESPEJO DEL PODER.
Este gobierno se viene, con el luto dibujado en su cartel electoral, hay una diferencia tangible con los que le precedieron, aquellos no dieron alas a los asesinos con el único fin de mantener una legislatura aséptica gracias a la sangre. Suárez primero, González después, más tarde Aznar, todos ellos cumplieron más bien un guion, porque eran conscientes, tanto ellos como sus propios gobiernos que estaban ante una legión de asesinos mafiosos, distantes de la política que pretendían defender y usando como escudos a todo un pueblo, el vasco, los violentos y los ansiosos de poder se han quedado como buitres a devorar la carroña político social en la que se ha convertido la política vasca donde 300.000 votantes del PNV junto a los 850.000 de ERC rigen la soberanía del pueblo español incluidos sus presupuestos.
Todos aquellos líderes defendieron la duda y establecieron premisas y parámetros demostrativos de la solución, y todos ellos eran conscientes del “ya condenado” fracaso al que se enfrentaban, excepto nuestro iluminado actual heredero directo del nigromante del talante.
Empezaban a saborear su destino, la cárcel, empezaban a perder prebendas y prestigios, eran y son, eso, asesinos encarcelados y golpistas confinados y son estos los que dirigen al ángel libertador, que emergió de…, Dios sabe dónde…, un Sánchez mentiroso y sin escrúpulos ni dignidad y a un gobierno de oportunistas, este gobierno repleto de alumbrados, de personajes macabros de huestes sombrías que atacan al contrario de pensamiento despavoridamente y sin argumentos, sea quien sea y esté donde esté, y lamentablemente estos asesinos etarras y golpistas catalanes sediciosos no han estado en su horizonte lejano, sino en su realidad más cercana y consecuentemente en la nuestra. Estos soldados de la milicia del gobierno han actuado de mala fe, sacrificaron su buena fe y sus principios y los de todos los españoles, de uno y otro color, traicionando lo más íntimo de la persona, su lealtad, enmascarando turbios debates ilustrativos y legislativos, jugando con las palabras, con las vidas y con las leyes.
Ahora, cuando el cínico espejo del poder vuelve a teñirse de ficción y falsedad, de traición, perfidia y felonía ministerial seguimos instalados en hipócritas y necios gestos de unidad, continuamos con la farsa teatral en la que se han establecido estos 23 del conclave del Palmar con su apostata camarlengo a la cabeza, un melodrama al más puro estilo inglés del siglo XVII, donde el villano siempre impone sus reglas, un villano llamado Sánchez en un mandato que cada vez tiene menos adeptos engañados pero muchos seguidores adoctrinados en la ceguera, y algunos aspirantes a comunistas muy tontos de palmeros en una gestión dónde, ha demostrado las cartas de un tahúr, de un fullero ventajista siempre jugando con el lenguaje, la manipulación y la mentira para salir impune culpando al contrario.
El pueblo español como la marabunta, ha de despertar, la venda se cae de los ojos, máxime cuando se ha permitido que los comunistas adeptos a la violencia, los que justifican a los asesinos y a los sediciosos, los propios asesinos y los propios sediciosos que ocupen cargos políticos, que se beneficien de los bienes del pueblo español, tanto económicos como materiales, en síntesis, que nos tomen por tontos, los años venideros, visto lo visto con las paradojas farsantes demostradas será otra tragicomedia “sánchista” derivada de la “zapaterista” con antífonas catalanas de acompañamiento y ya sumados los terroristas etarras en Navarra más las reminiscencias en Vascongadas, para ello se encargan de tocar el arpa del estado federal los acólitos de turno, con un perfil despótico y chulesco definido, con una soberbia desmedida que no estos sí, no necesitan impostar. Francis Bacón sentenció de manera acertada que “Es muy difícil hacer compatibles la política y la moral”, y de esto este gobierno se ha glorificado. Dicho en román paladino que dirían los de Clerecia en los albores de la catástrofe política española, no nos van a dejar agujero sano, al tiempo.