Opinión

“Sin twist pero con la Parranda”

“Sin twist pero con la Parranda”

Y con esto poco a poco se calló la “ministre” aquella mañana, de madrugada debió haber llegado sola y borracha a casa y sus delatantes ojeras no le dieron oportunidad para escribir un twit en favor de Olivia –la niña de seis años tristemente y presuntamente asesinada por su madre-, bueno ni de Olivia ni de los otros veintisiete menores que han sido asesinados por sus madres y todo sea dicho, por encima del ranking de los asesinados por sus padres. Tampoco hubo twit de la mujer que le pidió a una vecina que le guardara una caja con la cabeza decapitada de su marido para evitar que lo encontrara la Guardia Civil en el registro que por sospechosa principal se esperaba. Bueno ni twit, ni fotos ni nombres ni apellidos y por supuesto en el caso de violaciones de las nacionalidades de los violadores ni se habla de ello, pero como sea un español y varón tenemos “Bretón y manada” para rato, pero si la secuestradora de sus hijos se llama Juana (Rivas) súbase a los altares que de autora pase al papel de víctima mediática, y póngase en marcha el protocolo del indulto.

La pregunta entonces es, si es un padre el asesino ¿Es violencia de género? ¿Pero si es la madre? En el caso en que sea una pareja homosexual ¿Quién es fogonero y quien el maquinista? Es decir, los bofetones solo se culpabilizan y agravan cuando vienen de un hombre (con “tiburón” colgando) y que le guste el fútbol hacia una mujer, trans o no, sencillamente que se declare así, tenga o no monte de venus y su consiguiente “tajo” o que vaya a revisión ginecológica u prostática indistintamente, y todas estas leyes vienen precisamente de quienes obtienen sus puestos de rodillas y tragándose todo lo que haga falta. Con lo fácil que resulta aplicar la igualdad en todas direcciones y condenar y castigar los puñetazos y los asesinatos vengan de donde vengan.

Pero para más inri, y mientras los españoles no podremos encender la calefacción ni repostar el coche y las colas de los bancos de alimentos y comedores sociales crecen a ritmo bolivariano, también crece el presupuesto del Ministerio de “Igual-da” precisamente para distanciar más las diferencias entre unos, otras y “otres”. Pues si por cantidad de muertes la inversión debiera ser proporcional, teniendo en cuenta que de cáncer mueren todos los años más de cien mil españoles; por suicidio más de tres mil quinientos, por violencia de genero menos de cincuenta, y que se invierten ciento cincuenta millones en investigación sobre el cáncer, cero en suicidio y más de doscientos en prevención de violencia de género que, por cierto no solo no consiguen bajar la estadística, sino que aumenta a pesar del maquillaje que sufren estos datos y la inconcreción e incoherencia de los mismos. Aparte de los veinte mil trescientos diecinueve millones de gasto de los que dispone “La Montero” para concienciarnos de ello. Quizá también deberían dotar una partida más importante en salud mental para “todes estes” -y no hablo con deje asturiano-que se dedican a manchar con puré de patas las obras de arte.

Así y todo, el nuevo Rasputín de La Moncloa acusa ahora a Feijóo de incumplir la Constitución por no querer entregarles el Poder Judicial a quienes se asocian con criminales y delincuentes, mientras han acallado las bocas de "independes" con el riego de millones del mayor presupuesto de la historia de España mientras que los extremeños viajan en “el tren de la bruja” y por estos lares el AVE ni está ni se le espera, y seguiremos yendo por el mismo trazado ferroviario que inauguró Alfonso XII.

Y hablando de tiburones, desde aquí felicitar al de Mazarrón -Pedro Acosta- y a Augusto Fernández y Arón Canet en Moto-2, a Izan Guevara y Sergio Garcia en Moto-3 y a Espargaró en Moto GP que sin olvidar al más grande por ahora -Márquez- saben muy bien decorar los podiums con los colores rojo y gualda, aunque como esto siga así, para el año que viene con la nueva ley del deporte veremos el cacao que se monta ¡Que desastre! igual vemos a la Bandera de Murcia en todo lo alto de los mástiles de los circuitos de Philip Island, Lemans o Silverston a los sones de La Parranda.

Y como de costumbre, enciendo el puro de los domingos –salvo raras excepciones el único de la semana- que, entre su aroma y los sabores del café, aprovecho para escribir estas letras plasmando lo que pienso, con la única excusa de enviar un fuerte abrazo a amigos y familiares.

RAMON GALINDO