Montanaro: LA VENTANA DE OVERTON Y LA ESTRATEGIA SOCIAL DE SÁNCHEZ

LA VENTANA DE OVERTON Y LA ESTRATEGIA SOCIAL DE SÁNCHEZ
Cuando Joseph Overton intentó explicar cómo ideas políticas que parecen tabú o impresentables pueden volverse aceptables, creó un modelo que hoy es famoso y puede ayudar a entender la vorágine de cambios en distintos países y sobre todo la ingeniería social establecida por Sánchez para desarmar la dignidad de España.
La ventana de Overton es un modelo de cambio político que yo llamo “golpe de estado silencioso”, como los despidos silenciosos - El “quiet firing” o despido silencioso engloba una serie de conductas que una empresa, sus responsables o compañeros/as de trabajo pueden llevar a cabo, sutil o de manera directa, para apartar a una persona de su puesto de trabajo-. Encierra ideas que son aceptables para el público, y por lo tanto aceptables para los políticos. Pero excluye las ideas que son inaceptables para el público, y por lo tanto inaceptables para los políticos, las enmascara.
Es una teoría que describe cómo se puede cambiar la percepción de la opinión pública para que las ideas que antes se consideraban descabelladas sean aceptadas a largo plazo. Ni siquiera los temas tabúes o moralmente impresentables quedarían libres de sus efectos, por lo que podría llegar a cambiarse de manera radical la valoración general que la sociedad tiene sobre asuntos como el terrorismo, la pederastia, la prostitución, la malversación, ahora la amnistía, la autodeterminación, la traición o hasta el propio el canibalismo... Para esto no es necesario ningún lavado de cerebro ni la implantación de un régimen dictatorial, sino el desarrollo de una serie de técnicas avanzadas cuya implementación pasa desapercibida por la sociedad, ejemplo claro de la actual, ¿narcotizada?, manipulada gracias a un absentismo intelectual y moral bastante pronunciado.
El desarrolló del modelo es vertical, políticas y postulados que van desde “la más libre” en la parte superior del espectro hasta “la menos libre” en la parte inferior, más lógica a menos popular. Esto se relaciona con la intervención gubernamental, en la que las políticas aceptables se enmarcan en una ventana que puede moverse dentro de este eje, ampliándose o reduciéndose. Parece imposible que la sociedad pueda aceptar algunos de los tabúes o amoralidades comentadas. Sin embargo, la teoría de la ventana de Overton defiende que este hecho puede darse, y ejemplos los tenemos claros, se ha dado en las instituciones, incluida la Justicia, se ha dado en el propio Tribunal Constitucional y se está dando con la amnistía, conversaciones con delincuentes blanqueadas en contraposición a la Monarquía en fechas claves como la jura constitucional de la heredera al trono. Para ver en qué consisten las distintas etapas de la ventana de Overton asumida por Sanchez y su horda de cuatreros, me centro en un acto inconstitucional y punible hasta el 23 de julio, por ejemplo, la amnistía, negada por quien hoy la justicia, el socialismo de pandereta bananero.
En la primera etapa, la amnistía se encuentra por debajo del nivel más bajo de aceptación de la ventana de Overton o de Sánchez, cree que no es necesaria gracias a los votos islámicos de Cataluña y a los dudosos que, con un falso mensaje de la ultraderecha, VOX, Feijóo, Ayuso, Franco y demás propaganda fascista y comunista convencen. La sociedad lo considera una práctica propia de traidores y de delincuentes. Esta idea se considera repugnante y ajena a toda moral constitucional. La ventana está cerrada y no se mueve.
Para comenzar con el cambio de opinión, se traslada la idea al ámbito en este caso judicial, la manipulación de la información, ya que para los juristas y letrados no debe existir manipulación de esta. Así, la comunidad judicial, un magma de interlocutores a cuál más descabellado analizaría la historia interesada y la adecuación por momentos y protocolos de algunas ejecuciones de la amnistía, aportándole universalidad a la vez que se crea un grupo radical de defensores que son enaltecidos por los medios de comunicación.
De lo radical a lo aceptable, la idea ha pasado de ser impensable a discutirse, no es poco, es el principal avance y además aderezada con otra polémica más absurda por degenerada, la autodeterminación y referéndum, que empiezan su camino en la ventana. En la segunda etapa, se persigue la aceptación de la idea. Con las conclusiones de los Juristas adictos al régimen sánchista en este caso, destacando el TC, el nuevo Letrado Mayor del Congreso que ingresa en las filas de la Armengol proveniente de otras estafas judiciales y además consorte de cómplices del asalto y demás traiciones a la Constitución que podrán calificar al resto que los critique -a mi- de intransigentes, de antipatriotas, de violentos, de ultraderecha en este caso a quienes se nieguen a adquirir conocimientos y asentamientos sobre el tema y lo repudien. Y otra vez la publicidad y los medios hacen un papel determinante. Las personas que se resistan comenzarán a ser vistos como fanáticos de la ultraderecha, fascista y franquistas, VOX y PP, es el mensaje de Sánchez y su horda, que se oponen a la lógica de la paz a pesar del agravio. Los intolerantes son condenados públicamente a medida que la idea va perdiendo sus connotaciones negativas, llegando incluso a cambiar el nombre de amnistía por eufemismos absurdos y vacíos. Poco a poco, los medios de comunicación de forma abominable y mezquina harán que, amnistiar y aplaudir a delincuentes prófugos, terroristas asesinos, pederastas, pedófilos, zoofilias y golpistas sea tan natural como del canibalismo harían que el hecho de comer carne humana pueda considerarse como algo aceptable y respetable. La condición humana no deja de sorprendernos.
Así pasamos de lo aceptable a lo sensato consiguiendo que la amnistía, por ejemplo, se convierta en un derecho común, que un delincuente prófugo y sus amigos sentenciados por traidores y golpistas sean nobles personajes honorables y respetados, partimos ya de una idea en principio inaceptable a algo sensato. Mientras tanto, quienes sigan oponiéndose a la idea seguirán siendo criticados y más. Estas personas pasarían a ser consideradas radicales fascistas y golpistas que están en contra de un derecho fundamental, en este caso adorar al cretino. Por otro lado, la comunidad política y juristas adictos al sectarismo sánchista además de los medios de comunicación insistirán en que la historia humana está repleta de casos de amnistía para liberar tensiones, sin que esto fuese extraño para esas pasadas sucesiones.
Ya lo hemos hecho “Sensato”, “Natural” y hasta “Popular”. En estos momentos, la amnistía a golpistas y ladrones catalanes y por extensión a terroristas asesinos se convierte en un tema predilecto del sectarismo social comunista. La idea comienza a mostrarse como algo positivo. A su vez, se ensalza a personajes históricos que hayan estado relacionados con estas prácticas. El fenómeno es cada vez más multitudinario, y continúa reforzando su imagen positiva.
Y ya de lo popular a lo político. Finalmente, la ventana de Overton o de Sánchez, cerrada al principio, se ha abierto de par en par, es cierto que el aire que deja entrar está corrompido, pero, desde hace 5 años no hay aire fresco. En esta última etapa comienza a prepararse la maquinaria legislativa que legalizará el fenómeno. Los partidarios de la amnistía y la malversación ideológica constitucional se consolidan en la política y comienzan a buscar más poder y representación.
Así, una idea que en principio era impensable e inmoral en todos sus aspectos, ha llegado a establecerse en la conciencia colectiva como un derecho mediante una teoría que puede cambiar la percepción pública sobre cualquier idea, por disparatada que pueda ser. Es el decálogo sánchista, es la verdadera teoría de la resistencia de su manual, es la ingeniería psicológica puesta al servicio de un macabro líder, Hitler, Stalin, Lenin, Chávez, Castro y ahora por alusiones Sánchez, dictadores que usan una sectaria arma sobre la conducta para aborregar masas. Ahora parece que Hamas es bueno, igual que los asesinos de la ETA y el pueblo de Israel es el malo, igual que los españoles conservadores contra el terrorismo de ETA.
Para cada momento, esta "ventana" incluye un rango de políticas aceptables de acuerdo con el clima de la opinión pública, que un político puede recomendar sin ser considerado demasiado extremista a pesar de serlo para poder ocupar o mantener un cargo público. Solo un estrecho rango de potenciales o variables políticas son consideradas aceptables, dependiendo primeramente si les conviene a los políticos apoyarlas, antes que sus preferencias personales, en este caso de la izquierda reaccionaria radical y violenta sánchista. De esta forma, ese rango varía no cuando las ideas cambian entre los políticos, sino entre la sociedad que los elige.
Generalmente los cambios en políticas públicas vienen después de cambios en la política, que a su vez siguen a cambios sociales; las políticas más duraderas son aquellas apoyadas por fuertes movimientos sociales. Quienes proponen políticas fuera de la ventana buscan persuadir o educar al público para que la ventana pueda tanto moverse como expandirse a fin de abarcarlos, mientras que los opositores de las políticas en curso u otras que estén dentro de la ventana, por el contrario, buscan convencer al público de que éstas deberían ser consideradas inaceptables y luego está el PP, “tontolpijos” con certificado de calidad que no encuentran su sitio, matizando lo matizado por estúpido comentario.
La base se erige promoviendo deliberadamente ideas "radicales" con la intención de hacer parecer más moderadas y, por lo tanto, más aceptables aquellas ideas que ya se encuentran fuera de la ventana. También la ventana, la idea, el oprobio puede moverse cambiando la mentalidad de la sociedad apelando a los hechos y la lógica, a la moralidad, a las emociones y en última instancia a las circunstancias y sobre todo a la desinformación. La ventana de Overton, decálogo sanchista, no deja de ser socialmente una teoría de conspiración, de traición, de manipulación social para "legalizar cualquier cosa" siguiendo el decálogo de la ley sánchista actual citada.
Andrés Hernández Martínez