Opinión

PENSANDO EN VOZ ALTA: PENSAMIENTOS VARIOS

Paco Marín
Paco Marín
PENSANDO EN VOZ ALTA: PENSAMIENTOS VARIOS

PENSANDO EN VOZ ALTA

 

PENSAMIENTOS VARIOS

 

 

Somos muchos, por evidencias contrastadas, los que opinamos que en España no cabe un tonto más. Por tonto me refiero a aquellas personas, hombre o mujer, qué suponiéndole una alta formación y/o posición, de vez en cuando, se lanza a opinar… mejor a pontificar sobre cuestiones varias. Lo malo es que al abrir la boca el sol se oscurece y grandes nubarrones se ciernen sobre los simples mortales que no osamos, o no sabemos, opinar como ellos.

 

Hay tontos de todo estilo y pelaje, los hay en todos los estamentos y administraciones y eso es lo peligroso ya que tienen formas y maneras de influir, por su posición, en los demás. Lo peor de todo es que se creen en posesión de la verdad absoluta… desconociendo que la verdad absoluta no existe. ¿Qué lleva al tonto a atreverse a aseverar? ¿No piensa que hará el ridículo? Evidentemente no, ya que no está entre sus cualidades el pensamiento. Por desgracia para nosotros día sí y día no nos topamos de frente con multitud de verborrea barata.

 

Vivimos unos momentos confusos o, deberíamos decir, de desvergüenza. Momentos en los que el prestigio de muchas personas y muchas instituciones está a un nivel más bajo que el propio suelo. Lógicamente si la reputación de las instituciones ha bajado o desaparecido es por actuación de humanos. Humanos qué con sus malos haceres, arrastran al lodo, no solo su honor, sino el honor de un despacho, una empresa o una universidad; y ese deshonor queda suspendido sobre los suyos, sobre su familia y herederos. Por desgracia, nadie se acuerda de todo lo bueno que alguien ha hecho en la vida, se acuerda de aquello que hizo mal, por muy minúsculo que fuere. Por eso hay que actuar lo más diligentemente posible, hacer las cosas lo mejor que cada uno sepa procurando que las huellas que se vayan dejando sean señales claras y diáfanas; de tal suerte que cuando uno deje su actuación, aquel que tome el relevo lo haga con pleno conocimiento y claridad, sin oscurantismos ni dobleces.

 

Si alguien en algún momento no actúa como es debido y personalmente sabe que ha dado un traspiés, le recomiendo que haga suyo los siguientes versos (del prólogo del libro Vuelvo a encontrar mi azul -María Teresa Cervantes-): «Acepté la derrota: silenciosa sentencia/ y una lágrima honda que el corazón retuvo/ Era mi dignidad y, me di por vencida».

 

Hay personas, qué con su actuación diaria, con el bien hacer a lo largo de su vida, son tenidas en el recuerdo y los corazones de sus próximos cuando ocurre lo inevitable como la muerte. Y son éstos quienes validan su buena reputación. Tenemos en Cartagena un caso muy patente y querido, Lola Fernández Moreno (baluarte fundamental que fue de la Universidad Popular, entre otras actividades) fallecida en el año 2013. Su vida y su trabajo siguen en el recuerdo, da nombre, por ejemplo, al concurso de microrrelatos promovido por el ELACT (Encuentro Literario de Autores en Cartagena). Concurso, que este año, llega a su XIIIª edición. El ELACT es un encuentro, que tiene lugar cada año, próximo al día del libro, 23 de abril. Esta XIIIª edición tendrá lugar los próximos días 24, 25 y 26. Los responsables procuran actuar de manera impecable para que el prestigio de dicho Encuentro trascienda en el tiempo y pueda convivir más allá cuando otros tomen las riendas. El nombre de Cartagena, lo he dicho en muchas ocasiones, tiene que estar por encima del bien y del mal. Algo estarán haciendo bien quienes conducen este evento, por cuanto que 850 trabajos se han presentado a concurso en esta ocasión; tanto de dentro, como de fuera, de nuestro país.

 

Finalizo, hoy lunes día 14 de abril, dando el pésame a las Letras y a la Literatura por el fallecimiento de Mario Vargas Llosa. Un abrazo grande a su familia.